Controle sus Emociones antes de Tomar una Decisión Drástica.
por
Eva Fleming de ¡Qué Gente, Mi Gente!
Recuerdo claramente cuando estaba recién graduada, con el mundo por delante, cuán fácilmente me frustraba y se nublaba mi visión cuando se me presentaban contratiempos. En el contexto de mi trabajo esta frustración se relevaba en una actitud negativa hacia mis jefes y superiores. Pero con el tiempo comencé a darme cuenta que mi perspectiva se encogía como resultado directo de mi estado emocional y que sí quería avanzar en mi carrera y mi visión, no podía permitir que mis emociones nublaran mi juicio.
En los momentos cuando nos sentimos ardientes, apasionados, tempestuosos, intensos y hasta histéricos; es necesario que nos tomemos nuestro tiempo ya que la ofuscación de sentimientos no nos permiten pensar las cosas claramente. Existe mucha evidencia de que nuestras emociones afectan nuestro juicio y habilidad de tomar buenas decisiones. Por lo que no existe un momento más crucial para detenerse y evaluarse a sí mismo y las circunstancias que cuando las emociones son intensas. No se olvide nunca de que las emociones intensas pueden llevarlo a cometer imprudencias que de seguro luego va a lamentar. Estudios han comprobado que somos influenciados por nuestras emociones tomando decisiones que no tienen nada que ver con el problema que estamos enfrentando.
Cuando uno está pasando por circunstancias adversas, antes de tomar decisiones drásticas, debe de revestirse de control propio. Debemos dar a nuestra mente el tiempo que necesita para adaptarse para el reto que se le presenta. No estamos sugiriendo que se despojen de toda emoción, sino que se pongan a un lado las emociones y las reacciones que nublan la visión y no están directamente relacionadas con el problema presente. No ponga en peligro su visión, su futuro, sus sueños y metas por un momento de ofuscamiento.
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