Gratitud que Cambia la Vida
Hace algunos años, psicólogos de varias universidades condujeron un proyecto de investigación sobre gratitud y acción de gracias. Dividieron a los participantes en dos grupos. El primer equipo de personas practicaba ejercicios, como escribir en un diario.
Ellos reportaron mayores niveles en sus estados de alerta, determinación, optimismo, energía, al igual que menos depresión y estrés que el grupo controlado. No fue sorprendente que también eran más felices que aquellos a quienes se les dio dirección de anotar todas las cosas malas que les pasaba durante el día.
Uno de los psicólogos concluyó que, aunque la práctica de gratitud es clave para la mayoría de las religiones, sus beneficios se extienden a la población general, sin importar su creo o si sin religión alguna. El sugirió que cualquier persona puede incrementar su bienestar simplemente al contar sus bendiciones.
Pero – y este es un PERO MAYOR - ¿qué haces cuando pierdes tu trabajo? ¿Cuando te alejan de tus hijos? ¿Cuando mueren tus padres? ¿Cuando tu matrimonio es mediocre – o peor? ¿Cuando un amigo te traiciona? ¿Cuando te da cáncer?
Existen Dos Tipos de Gratitud
Una es secundaria, la otra es primaria.
La Gratitud Secundaria
La gratitud secundaria es gratitud por bendiciones recibidas: Vida, salud, hogar, familia, libertad, que los Cubs hayan ganado la Serie Mundial (en el 2016, por si lo olvidaste)— es una actitud mental activa de gratitud por los regalos recibidos.
El gran predicador y teólogo americano, Jonathan Edwards llama a este tipo de agradecimiento por bendiciones, gratitud natural. Es buena. Pero esta gratitud no se da naturalmente – si siquiera se presenta – durante los momentos donde todo sale mal. No podemos depender en este tipo de gratitud cuando la vida se torna difícil.
Gratitud Radical
Edwards llama a la gratitud más profunda, tipo primaria, gratitud radical. Esta no viene a través de lo que recibimos o experimentamos, sino del carácter de Dios. Es una respuesta al saber y entender el amor y la gracia maravillosa de Dios. Esta agradece, no solo por lo que recibimos, sino porque Dios nos ama.
La gratitud radical va directo al corazón de quienes somos. Es relacional, en lugar de condicional. Aun cuando el mundo se nos viene abajo, nos mantenemos intactos porque sabemos que Dios nos ama. Y eso no va a cambiar jamás. La gente que está llena de gratitud radical es imparable, incontenible, y desborda de lo que C.S Lewis llama “una buena infección” — ese amor de Dios sobrenatural y refrescante que atrae a otros hacia EL.
Aumenta tu Gratitud
Si quieres lograr tener un corazón agradecido (o más agradecido) – comienza hoy:
- Haz una lista de 10 cosas por las que estas agradecido. Asegúrate de incluir cosas que provoquen ambos tipos de gratitud, las de la gratitud natural y las de gratitud radical.
- Hazlo por una semana.
- Repite el ejercicio.
La vida puede tener altas maravillosas al igual que bajas desafiantes. Amor, gozo, paz, dolor, perdida, tristeza. Nuestras circunstancias cambiarán. La mayoría de ellas están fuera de nuestro control. No hay duda de eso. Esa es la naturaleza de la vida.
Pero, a pesar de las cimas de las montañas o la profundidad de los valles – podemos experimentar gozo si desarrollamos un corazón de gratitud radical.