¡El ser bondadoso es una virtud - es parte de tu espíritu!
Por
Elsa Monroig
Todos los seres humanos nacemos con una naturaleza bondadosa y solidaria. Es maravilloso poder ver a los niños cuando juegan y, aunque estén en desacuerdo tratan de llegar a un punto medio para que todos jueguen. Otro ejemplo es cuando se le llama la atención a uno del grupo de niños, los demás no le dejan solo. A la hora de la merienda en la escuela, todos comen algo aunque alguien no haya llevado su merienda. Todos los demás le darán de lo suyo para que coma. No existen barreras ni fronteras que los niños no puedan superar; son bondadosos y solidarios.
Entonces nos debemos preguntar ¿qué pasa con el paso del tiempo que esas dos cualidades se pierden o dejan de ser una constante en los adultos? Lamentablemente, respondemos a insumos externos que nos van lastimando y que los aceptamos como parte de la maduración y de la formación como individuos. Sin embargo, podemos pasar por el mismo proceso sin necesidad de dejar de ser bondadosos. La bondad va mucho más allá de decirlo, es parte de un estilo de vida.
Hay una narración que muy bien podemos considerar como parte de este blog. Una vez un hombre rico le entregó una canasta con basura a un hombre pobre, el hombre pobre sonrió y corrió con la canasta, la vació, la lavó, la llenó de flores y se la dio de regreso. El hombre rico se asombró y le preguntó: ¿por qué me ha dado flores, si yo le di basura? El hombre pobre dijo: “porque cada uno da lo que tiene en el corazón”.
¿Qué le parece? ¿Alguna vez se ha puesto a pensar en el mensaje que dio el hombre pobre al rico? ¿Lo puede aplicar en su vida? Probablemente, nunca ha pensado en el sinnúmero de veces que ha tenido la oportunidad de demostrar cuán bondadoso es y no la ha aprovechado. El ser bondadoso le abre puertas, le ofrece oportunidades, le extiende su cabaña mucho más allá de lo que piensa.
Siempre es más provechoso hacer el bien que albergar o promover el mal. Dice Albert Einstein que el mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad. Nunca abra las puertas de su corazón a lo malo, abra los portones de su vida a hacer lo bueno. No diga que es bondadoso, predíquelo con las acciones de su vida.
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